En esta entrada vamos a platicar sobre la destilería que
cuenta con la licencia para producir whiskey más antigua del mundo y que
actualmente tiene una estrecha relación con México: BUSHMILLS.
Situado cerca de la Calzada del Gigante en el Condado de
Antrim en Irlanda del Norte Bushmills es una de las destilerías más
interesantes e históricas de Irlanda.
El 20 de abril de 1608 el rey Jacobo I de Inglaterra y VI de
Escocia le concedió a esta zona una licencia para destilar al entonces
gobernador: Sir Thomas Phillips; aunque la destilería realmente tiene sus
orígenes alrededor de 1784 cuando Hugh Anderson registro y creó una empresa
pequeña y poca importante a la que llamo. Old Bushmills Distillery (La vieja
destilería de Bushmills), creando la marca de whiskey la cual perdura hasta hoy
en día.
Pero la historia de Bushmills inicio de forma difícil con
numerosos periodos de cierre; de hecho no existen registros de la actividad de
la compañía entre los años 1802 y 1822.
A mediados del siglo XIX se introdujo un impuesto sobre la
cebada malteada lo que desde luego aumentó el precio del whiskey y llevó a
otras destilerías a empezar a reducir la cantidad de malta en sus whiskies;
pero Bushmills mantuvo su método y fórmula de fabricación, demostrando un gran compromiso
con su receta.
En 1860 dos comerciantes de bebidas alcohólicas de Belfast,
Jame McColgan y Patrick Corrigan, compraron la destilería; aunque no fue hasta
1835 cuando James McKibben se hizo cargo de la compañía y fue capaz de seguir
adelante logrando cierto reconocimiento en toda Irlanda.
Pero las calamidades continuaron y en 1885 la destilería
sufrió un incendio que destruyó las instalaciones originales excepto el almacén
de grano, esto llevó a la compañía a la quiebra y a un nuevo cambio de
propietarios: James Steen Boyd y Charles C. Connor surgieron como los
principales accionistas y directores.
Por ese entonces la diosa fortuna al fin le sonrió a Bushmills y en
general a la industria del whisky. Una plaga de la vid que ingreso en Europa aproximadamente
en 1865, estaba diezmando los viñedos europeos y como consecuencia para finales
del siglo XIX el brandy francés era casi imposible de encontrar.
Además por esta época fue que Bushmills ganó numerosos
premios en competiciones internacionales de bebidas espirituosas, incluida la
"única medalla de oro para el whisky" en la Exposición de Paris de
1889. Su whiskey estaba listo para dominar al mundo y Boyd decidió invertir en
un barco de vapor para llevar Bushmills a todos los destinos por lejanos que
fueran.
Esto si bien fue una idea audaz, terminó en un rotundo fracaso
porque no hicieron un análisis preciso de los costos. Enviaron el barco en un
viaje inaugural alrededor del mundo, cuando habría sido mucho más rentable
llevar su whisky a través del Atlántico a los sedientos estadounidenses.
Y por si fuera poco a esto le siguieron una nueva serie de
eventos desafortunados:
En 1914 inicio la Primera Guerra Mundial lo que trajo escasez
de productos básicos y una actitud menos tolerante con el alcohol.
Luego en 1920, en medio de acusaciones de evasión fiscal, la
compañía fue liquidada y en ese mismo año entro en vigor la prohibición de
venta de alcohol en Estados Unidos. pero a pesar de todo esto Bushmills
consiguió sobrevivir. Wilson Boyd, el administrador de la compañía por aquel
entonces, predijo el fin de la Prohibición y mantuvo grandes existencias de
whiskey, listas para su exportación una vez que esta termino en diciembre de
1933.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la destilería fue adquirida
por Isaac Wolfson y en 1972, fue transmitida a Irish Distillers, con lo que
esta última compañía pasó a tener el control de la producción de todo el whiskey
irlandés.
En junio de 1988, Irish Distillers fue adquirida por el grupo
licorero francés Pernod Ricard.
Para junio de 2005, la destilería fue adquirida por la
multinacional Diageo por 200 millones de libras, quienes emprendieron una gran
campaña publicitaria para recuperar la cuota de mercado de Bushmills.
En mayo de 2008, el Banco de Irlanda emitió una nueva serie
de billetes en Irlanda del Norte que incluían una ilustración de la Vieja
Destilería Bushmills en su anverso
En noviembre de 2014 se anunció que Diageo transmitiría la
marca Bushmills a Jose Cuervo, a cambio del 50% de la marca de tequila Don
Julio que aún no poseía. El trato se cerró a principios de 2015.
La destilería es una atracción turística popular, con
alrededor de 120.000 visitantes al año.
Para su producción usa agua recogida del arroyo de Saint
Columb's que es , un afluente del Río Bush.
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